lunes, 16 de julio de 2012

Idiomas que desaparecen

“Las lenguas se extinguen más rápido que las especies animales del planeta”, informa un estudio citado en el rotativo londinense. Los lingüistas calculan que hay en el mundo unas 6.809, el 90% de las cuales cuenta con menos de 100.000 ciudadanos que las usen; de estas, unas 357 cuentan con menos de 50, y 46 con solo un hablante nativo. La colonización llevó a que se extinguieran 52 de las 176 lenguas aborígenes norteamericanas y 31 de las 235 australianas. Según el profesor Bill Sutherland, de la Universidad de East Anglia (Inglaterra), al comparar el riesgo que corren los idiomas y los animales, se observa que entre los primeros hay una proporción mucho más alta “en grave peligro”, “en peligro” o “en situación vulnerable”. Luego añade: “El peligro que acecha a mamíferos y aves es bien conocido, pero el que afrontan las lenguas es mucho mayor”.

“The Most Powerful Learning Machine in the Universe”

A BABY’S brain has been called “the most powerful learning machine in the universe,” and for good reason. An infant enters the world primed to absorb all the sights, sounds, and sensations that surround him.*
Above all, the infant is intrigued by other humans—their faces, their voices, their touch. The book Babyhood, by Penelope Leach, states: “Many studies have been made of the sights which interest an infant most, the sounds which attract and hold his attention, the sensations he most clearly seeks to repeat. All of these are most frequently and readily available in the form of an adult care-taking human being.” No wonder parents play such a vital role in the child’s development!

“La máquina de aprendizaje más potente del universo”

EL CEREBRO de los bebés ha sido llamado “la máquina de aprendizaje más potente del universo”, y con fundada razón. Cuando un niño llega al mundo, está equipado para absorber todas las imágenes, los sonidos y demás estímulos de su entorno.
Lo que más despierta el interés del bebé son otros seres humanos: sus rostros, sus voces, su tacto. El libro Babyhood (La primera infancia), de la psicóloga Penelope Leach, dice: “Se han realizado numerosos estudios sobre las imágenes que mayor curiosidad suscitan en un bebé, los sonidos que captan y retienen su atención, y las sensaciones que más le gusta que se repitan. Todos estos elementos se encuentran con más facilidad y frecuencia en la figura del ser humano adulto que lo cuida”. No sorprende, por lo tanto, que los padres desempeñen un papel tan crucial en el desarrollo de sus hijos.

El maíz, planta extraordinaria

Escuchemos a Harlin describiendo lo extraordinario que es el maíz.

“La planta me habla”
Para mí, el maíz es una combinación de arte y matemáticas puras. Desde las hojas hasta cada uno de los granos de la mazorca, todo está organizado con suma belleza y exactitud. Es más, conforme crece, la planta me habla, por así decirlo; sí, me dice si necesita agua o nutrientes. Con los bebés sucede que cuando quieren algo, lloran. Pues bien, el maíz y muchas otras plantas ‘piden’ lo que necesitan con señales visuales, como el color y la forma de sus hojas. El secreto está en comprender su idioma.
”Si les falta fosfato, por ejemplo, las hojas adoptan un tono rojizo. Otros síntomas pueden indicar carencia de magnesio, nitrógeno o potasio. El agricultor sabe distinguir a simple vista si su maíz tiene alguna enfermedad o si lo ha dañado algún producto químico.
”Como es costumbre, yo sembraba el maíz en primavera para que el calor del suelo hiciera germinar las semillas. Al cabo de cuatro o seis meses, las plantas ya estaban bien desarrolladas y alcanzaban los dos metros (seis pies) de altura.
”El crecimiento del maíz se divide en etapas, que se determinan según el número de hojas. Cuando llega a la etapa de las cinco hojas, se pone en marcha su capacidad química y ‘matemática’. En primer lugar, las raíces hacen un análisis completo del suelo. Los datos recogidos constituyen la base para un programa de desarrollo que determina el grosor óptimo de la espiga y el número de hileras de granos. Cuando la planta tiene entre doce y diecisiete hojas, otro análisis la ayuda a establecer el número adecuado de granos que crecerán a lo largo de la mazorca. En resumen, cada planta calcula de algún modo cómo sacar el máximo partido del terreno donde está. Otro aspecto que revela su asombroso diseño es lo intrincado de su reproducción.



¿Quiénes eran los mongoles?

Los mongoles, un pueblo originario de las altas mesetas esteparias situadas en lo que hoy se conoce como Mongolia, en el centro nororiental de Asia. Sus veloces conquistas, que comenzaron a principios del siglo XIII, cambiaron la configuración de toda Asia y la mitad de Europa. En solo veinticinco años conquistaron más tierras que los romanos en cuatro siglos. Extendieron sus dominios desde Corea hasta Hungría y desde Siberia hasta la India, forjando el mayor imperio continental de la historia escrita.
Los mongoles eran diestros jinetes nómadas que vivían del pastoreo, el comercio y la caza. Mientras que en otros pueblos solo un pequeño porcentaje de hombres estaba adiestrado y equipado para la guerra, prácticamente todo mongol con un caballo y un arco era un rudo y feroz soldado. Estaban agrupados en tribus, y cada tribu tenía un kan, o jefe, a quien rendían lealtad incondicional.

El “país de la sonrisa”

¿Ha oído hablar alguna vez del “país de la sonrisa”? Tailandia tiene casi la misma extensión que Francia. Limita al oeste con Myanmar, al norte y noreste con Laos, al este con Camboya (Kampuchea) y al sur con Malaysia. Sus 65 millones de habitantes disfrutan de clima tropical todo el año. Las grandes extensiones de terreno fértil, especialmente en las llanuras centrales, y las condiciones ideales de cultivo convierten al país en una despensa natural de arroz. En los más de 2.600 kilómetros de aguas costeras del golfo de Siam y el mar de Andamán, que es un brazo del océano Índico, abundan los recursos marinos.

India y, especialmente, China ejercieron gran influencia sobre esta zona. Los comerciantes hindúes propagaron las fes hindú y budista por el “país de la sonrisa”. Pero, hace más de mil años, comenzó a llegar un pueblo desde el sur de China, los tais, de los que descienden la mayoría de los tailandeses.
En 1939, el país recibió el nombre oficial de Tailandia, que significa “país de los hombres libres”. Esta designación no solo muestra el amor de este pueblo por la libertad, sino que también responde a la realidad histórica del país, pues mientras la mayoría de los países vecinos han sido colonizados en siglos anteriores, Tailandia ha conseguido mantener siempre su independencia política.


¿Café, té o guaraná?

Es posible que usted tampoco haya oído hablar de la guaraná, ya que es especialmente popular en Brasil, mientras que el té y el café son las bebidas favoritas en todo el mundo. Sin embargo, los tres tienen algo en común: la cafeína. En realidad, una taza de guaraná puede contener hasta tres veces más cafeína que su equivalente de café. Los invitados, movidos por la curiosidad, optan por la guaraná. Mientras sorben la refrescante bebida y degustan su agrio pero afrutado sabor, se entusiasman al escuchar su historia.